La accesibilidad en los espacios interiores no es una cuestión de preferencias: es una necesidad que garantiza la igualdad de oportunidades, la autonomía personal y el respeto a la discapacidad.
En Europa, existen diversas normativas que regulan y orientan la manera en que se diseñan y adaptan los espacios construidos, con el objetivo de asegurar que todas las personas los puedan utilizar.
Esta guía práctica no solo está pensada para ayudar a profesionales, instituciones y responsables de edificios a comprender el marco normativo europeo sobre accesibilidad en interiores.
También está hecha para bajar a tierra los conceptos y que todo el mundo pueda comprenderlos de un vistazo.
Marco normativo europeo: pilares clave
1. El Acta Europea de Accesibilidad (European Accessibility Act – EAA)
La Directiva (UE) 2019/882, conocida como Acta Europea de Accesibilidad, se aprobó en 2019 para establecer reglas comunes de accesibilidad en Europa.
Aunque se centra principalmente en tecnologías, transportes y servicios de comunicación, también incluye aspectos que afectan directamente a los espacios interiores, especialmente cuando en ellos se prestan servicios al público (por ejemplo, bancos, oficinas de transporte o comercios).
Esta normativa exige que lugares como las entradas, los pasillos, los aseos, la señalización, la iluminación o el mobiliario sean accesibles para todas las personas.
Así, aunque la directiva no regula directamente todos los edificios, sí marca unas bases claras para que cada país europeo legisle y garantice la accesibilidad en los espacios interiores vinculados a servicios públicos.
Los Estados miembros deben adaptar su legislación antes de junio de 2025.
Esto significa que arquitectos, diseñadores, responsables y gestores de espacios deben empezar a tener en cuenta estos requisitos desde ya.
2. Norma UNE-EN 17210:2021
La norma UNE-EN 17210:2021 es la principal guía técnica para asegurar que los espacios, tanto interiores como exteriores, sean accesibles.
Se aplica a edificios nuevos y también a reformas, y establece los requisitos básicos que deben cumplirse para que cualquier persona pueda utilizar esos espacios con seguridad y autonomía.
Algunas de estas pautas son:
- Cómo deben ser los pasillos, las rampas y los ascensores.
- Cómo diseñar una señalización clara y legible para todos.
- Temas que abordan la iluminación, el ambiente sonoro o la calidad del aire.
- Garantizar el acceso a zonas comunes como baños, zonas de espera o mostradores.
Su enfoque se basa en el Diseño Universal (o diseño para todos), es decir, pensar en todas las personas desde el inicio para que no haya necesidad de adaptaciones posteriores.
Además, la norma recomienda integrar la accesibilidad desde las primeras fases del proyecto (diseño, planificación y contratación) para que sea efectiva y natural.
2. Norma UNE-EN 81-70:2018
Esta norma se centra en los ascensores, un elemento clave en la movilidad interior. La norma define cómo se tienen que diseñar para ser seguros y accesibles para todas las personas, incluidas aquellas con discapacidad motriz, visual, auditiva o cognitiva.
Estos son algunos de los requisitos:
- Tamaño mínimo del ascensor, que depende del tipo de edificio.
- Accesibilidad de los botones: altura adecuada y que estén en braille.
- Sistemas de información visual y sonora.
- Presencia de pasamanos y espejos que faciliten la orientación.
Esta norma complementa a la anterior, poniendo el foco en cómo movernos de una planta a otra dentro de los edificios.
Criterios prácticos de aplicación de las normativas en espacios interiores
Diseño universal
Implementar las normativas no significa simplemente cumplir con requisitos mínimos. El objetivo debe ser crear espacios que sean intuitivos, seguros y accesibles para todas las personas, independientemente de su edad, capacidad o contexto.
Algunos ejemplos de buenas prácticas incluyen:
- Itinerarios accesibles sin barreras arquitectónicas (rampas, ascensores, pasillos amplios).
- Señalética clara y legible, con pictogramas, contraste visual y braille.
- Sistemas de guiado interior accesibles, como el que propone IrisMap.
- Iluminación adecuada, sin reflejos ni zonas oscuras.
- Materiales antideslizantes y mobiliario ergonómico.
Evaluación y auditorías de accesibilidad
Antes de planificar una reforma o un nuevo diseño, es recomendable realizar auditorías de accesibilidad que identifiquen barreras físicas y tecnológicas. Estas auditorías deben incluir la participación de personas con discapacidad y expertos en accesibilidad.
Formación de equipos y contratistas
El cumplimiento efectivo de las normativas requiere que arquitectos, diseñadores, ingenieros, gestores de edificios y contratistas estén familiarizados con los principios de accesibilidad. La formación continua es clave para evitar errores de ejecución y fomentar una cultura profesional inclusiva.
La accesibilidad no es una tendencia ni una obligación aislada: es un derecho reconocido que debe reflejarse en el diseño de todos los espacios.
Las normativas europeas ofrecen un marco sólido para avanzar hacia entornos más justos, inclusivos y habitables para todas las personas.
Desde IrisMap, apostamos por un modelo de accesibilidad inteligente y colaborativa, donde la tecnología y el diseño se ponen al servicio de la autonomía personal. Entender y aplicar estas normativas es un paso imprescindible para conseguirlo.